Las piromorfitas de Francia ( Les Farges, Sant Salvy...) son muy conocidas por todos los coleccionistas. No tan espectaculares como las míticas piezas de El Horcajo (Ciudad Real, España), pero sin duda de lo mejor en Europa. Por una casualidad tuve la posibilidad de conseguir la pieza que hoy os presento. No tenía ninguna piromorfita en la colección y la verdad es que este mineral tiene un veneno verde difícil de soportar. Bueno, a decir verdad el precio que suele alcanzar es el mejor antídoto contra la tentación, pero es lo que hay.
Piromorfita, Francia, 16 cm
Lo malo de la pieza es que solo sabía que era de Francia, y como los minerales europeos tampoco son mi fuerte, me puse a investigar a ver si encontraba algo parecido. Al final los dos candidatos que mencionaba antes, Les Farges y Sant Salvy. Ahí me he quedado. Por el tipo de pieza parece de Sant Salvy pero los cristales no son tan aciculares y el verde no es tan claro. Por ahora se queda como "Piromorfita de Francia", pero si alguien lo tiene claro, le agradecería que me lo aclarara.
Los fósiles de plantas del Carbonífero de la provincia de León ( España) conforman un patrimonio paleontológico único amenazado hoy en día por labores de restauración de las antiguas escombreras mineras. La encomiable labor de muchas asociaciones y aficionados ha permitido recuperar y catalogar multitud de restos fósiles, llegando incluso a descubrirse nuevas especies.
Fósil de Alethopteris bohemica, Carbonífero, Corta de Fabero, León
Escombreras restauradas, León
Fósiles in situ, Corta de Fabero, León
Aunque mi pasión son los minerales, he creído importante realizar en este blog una serie de entradas sobre diferentes fósiles recuperados en la zona, para dejar constancia de la singularidad y belleza de este tipo de restos fósiles. He de reconocer que cuando visité la comarca de Ponferrada y me acerqué a ver in situ este tipo de ejemplares, me quedé alucinado. Antes que nada, agradecer a mi compañero de Harridunak , Antonio Hernández-Orue, autor de una brillante tesis doctoral sobre este tema, la inestimable ayuda que me prestó para clasificar adecuadamente los ejemplares que os iré mostrando.
Minas de carbón de Tremor, León
Estos fósiles se originaron a finales del periodo Carbonífero, en el Estefaniense, hace unos 300 millones de años. Así que produce una extraña sensación tener en la mano los restos perfectamente conservados de una planta que habitaba la Tierra muchísimo antes que el ser humano. En aquel periodo el mar bajó bruscamente de nivel u las antiguas zonas de costa se cubrieron de grandes bosques de plantas de hasta 30 metros de altura y gruesos aunque frágiles troncos. Esta fragilidad hacía que fueran muy vulnerabes a tormentas, avenidas de ríos...quedando muchas veces sepultadas bajo toneladas de fangos y limos. Es el origen del carbón. En ausencia de oxígeno las condiciones de fosilización eran idóneas y gracias a ello se conservan tal y como hay las vemos. Es increíble como se distinguen todas las partes de las hojas.
Fósil de annularia spinulosa, Carbonífero, Corta de Fabero, León
Posteriores movimientos tectónicos hundieron primero los sedimentos y posteriormente los volvieron a elevar aflorando en forma de capas de carbón. En el contacto entre el carbón y otras rocas como las pizarras es donde mejor se conservan estos fósiles. Precisamente la exfoliación tan sencilla de las rozas pizarrosas permite sacar "lonchas" o lajas de roca con mucha facilidad, y en las caras de las mismas es donde aparecen las plantas fosilizadas.
Fósiles del, Carbonífero, León
Fósiles del, Carbonífero, Pozo Casares, Tremor de Arriba, León
Entradas posteriores las dedicaré de forma individualizada a algunos de los fósiles del carbonífero leonés. Pero antes una importante aclaración, en los animales el nombre del animal es único y los restos son de difernetes partes del cuerpo. Por ejemplo, tenemos un "bitxo" al que llamamos Tiranosaurus Rex (está claro que he viso Jurasic Park)) y encontramos dientes, vértebras, el fémur...pero todo de Tiranosaurus Rex. Lógico y sencillo. Pero los paleobotánicos lo tenían más complicado, porque encontraban partes de la planta y no sabían si eran de la misma planta así que los ponían nombres diferentes. Conclusión, las distintas partes de una misma planta tienen nombres diferentes, un lío de cuidado.
Una chirta es un nódulo de mineral de hierro de formas pulidas y que arrastrado por el agua rellenaba junto con arcilla cavidades en las calizas de las cuencas mineras de La Arboleda y otros yacimientos similares. El lugar donde aparecían se denominaba chirtera, lo mismo que a las mujeres que lavaban las arcillas en los lavaderos de las minas para separar el mineral de la arcilla. Un durísimo trabajo muchas veces olvidado.
Chirta de goethita, Arnabal, El Regato, Bizkaia
La chirta tuvo importancia industrial ya que era un mineral mucho más fácil de extraer, por lo que se explotaron chirteras por toda la zona minera de Bizkaia. Hoy en día todavía es posible encontrar chirtas sueltas en los taludes de las pistas forestales o en antiguas zonas de explotación minera. También aparecen de forma abundante en algunas canteras como la de Arrigorriaga, donde las acumulaciones de arcillas y óxidos de hierro son muy frecuentes.
En las minas de hierro de los montes de Triano se explotaban filos de óxidos de hierro y posteriormente con los avances en la industria siderúrgica se pasó a utilizar siderita, un carbonato de hierro, algunas de las cuales estuvieron en activo hasta la década de los 70 del siglo XX. Hoy en día, abandonada la actividad industrial, las antiguas minas siguen aportando ejemplares a los aficionados a los minerales. En esta entrada os enseñamos algunas grandes placas de cristales de siderita de color marrón claro que hemos recogido.
Siderita, Minas de Triano, Bizkaia, Euskadi, 15 cm
Siderita, Minas de Triano, Bizkaia, Euskadi, 15 cms
A pesar de su apariencia, la siderita es un mineral bastante delicado y hay que tener mucho cuidado para no estropear los cristales, sobre todo a la hora de meterlos en la mochila y llevarlos a casa.
Siderita, Minas de Triano, Bizkaia, Euskadi, 17 cm
Siderita, Minas de Triano, Bizkaia, Euskadi, 10 cm
Lo primero que vio mi amigo Joseba en la zona de Arraiz fue una geoda de siderita, fea como un demonio pero geoda a fin de cuentas. Y esa geoda llevo a las rancieitas...pero no a más sideritas, de hecho apenas hemos visto alguna muestra y siempre sin brillo y poco vistosas.
Cuarzo y siderita, Minas de Arraiz, Bilbao, Bizkaia, cuarzo 1 cm
Quizá lo más llamativo fue ese cuarzo hialino sobre siderita de la foto que encabeza este reportaje.
El yacimiento de Lukiano (Álava, Euskadi, España) presenta también la asociación de cuarzo prasio y hematites, dos minerales que por separado ya os hemos enseñado en este blog. Como os podéis imaginar en ocasiones parecen juntos, tal y como sucede en las piezas que acompañan este reportaje.
Cuarzo prasio y hematites, Lukiano, Alava, España, 7 cm
Cuarzo prasio y hematites, Lukiano, Alava, Euskadi, 7 cm
Junto con cristales de cuarzo prasio, aparecen algunos cristales aplanados de hematites, en forma de pequeñas rosetas. Lo blanco que se aprecia en alguna foto es bisolita u otro tipo de asbesto, casi imposible de eliminar de forma completa ya que normalmente recubría todas las piezas.
Cuarzo prasio y hematites, Lukiano, Alava, Euskadi, España,3 cm
Cuarzo prasio y hematites, Lukiano, Alava, Euskadi, España, 8 cm
La gran geoda de goethita que podéis ver en esta entrada la encontramos Jose Luis y yo hace algún tiempo en una antigua zona minera de los montes de Hierro (Bizkaia, Euskadi, España). Toda una aventura, no solo sacarla, sino sobre todo, llevarla hasta el coche y luego limpiarla.
Geoda de Goethita estalactítica, Bizkaia
En uno de esos días que yo llamo de exploración, localicé un acopio de mineral procedente de las antiguas minas de hierro, apenas unas cuantas piedras en el suelo pero con restos de goethita asomando entre las hierbas. Decidí escarbar un poco y al poco rato me topé con una zona de roca que me impedía continuar. Sin mucho miramiento le sacudí un mazazo y ni se inmutó, pero sonó a hueco y eso significa que hay probabilidad de que sea una geoda.
Vídeo de la extracción de la geoda
El tiempo de volver a casa llegaba así que puse unas cuantas ramas encima para esconder el lugar y me largué pensando en volver al día siguiente. Era obvio que necesitaba ayuda así que llamé a mi amigo Jose Luis y le conté lo que hasta ese momento había visto. Al día siguiente estábamos allí con todo el material necesario.
Indicios de geoda de goethita, Bizkaia
No contábamos con el tamaño de la geoda, el agujero inicial era solo la punta del iceberg y nos costó un par de horas poder sacar el enorme bolo de la tierra ( medía más de medio metro de diámetro). Las geodas siempre pesan, pero las de goethita se llevan la palma, aquello no había quién lo moviera. Una vez fuera la abrimos, partiendo una parte de uno de los lados.
Geoda in situ
Estaba bastante manchada de barro, no compacto pero sí cubriendo buena parte del interior de la geoda. Aún así se podían ver numerosas estalactitas de goethita tapizando el interior. Tengo que reconocer que en ese momento nos decepcionamos un poco, nos habíamos imaginado una geoda de goethita negra y brillante y claro...
Geoda de goethita recién extraída
Tanto es así, que estuvimos a punto de dejarla allí escondida o partirla en trozos por si alguno era mejor. Afortunadamente la sacamos al sol y con luz la cosa mejoró mucho, el barro era muy superficial, no tenía calón en ningún punto y una zona limpia mostraba goethita estalactítica y aterciopelada realmente bonita.
Goethita estalactítica, parte de la geoda, 25 cm
Descartado el abandono de la pieza tocaba pensar el llevarla hasta el coche, que por cierto estaba bien lejos a través de sendas y pistas. Descartado ese día, ya que a mano el transporte era absolutamente imposible, tocaba esconder la geoda, llevarnos algún trozo pequeño de la parte rota al abrirla y pensar en qué hacer. No era la primera vez que Jose Luis se enfrentaba a una situación similar, así que tiró de experiencia, y al día siguiente nos plantamos de nuevo en el lugar con sacos, bolsas resistentes y un antiguo carro de la compra al que habíamos quitado la zona de carga y puesto una plataforma de apoyo. A duras penas envolvimos la geoda en los sacos y la pusimos en el carro de compra. Aguantaba a duras penas y en muchos tramos la senda no permitía el paso por lo que tuvimos que arrastrar por la hierba la geoda sobre los sacos. Una paliza brutal. Antes habíamos cubierto de tierra y piedras el agujero que había dejado al sacarla para que la zona quedara casi como estaba.
Goethita estalactítica
Llegamos al coche un buen rato después, tras múltiples paradas, y rezando para no encontrarnos con algún paseante que llamara a la policía al ver a dos colgados arrastrando unos sacos pesados por el monte y con pinta de ir a excavar un hoyo. En cualquier serie policíaca la situación acaba con los protagonistas detenidos y en el saco no suele haber ninguna geoda...No vimos a nadie así que el único problema fue subir el bolo al maletero. Recurrimos al estilo Perurena, que para esos somos de Bilbao, y rumbo a casa. Pero la fiesta no había acabado, había que pensar en cómo limpiar la geoda, porque en el balcón de casa como que no. De nuevo Jose Luis tenía la solución, ya se sabe que más sabe el diablo por viejo que por diablo, y un día más tarde teníamos la geoda bajo el chorro de una manguera de limpieza de coches. Nos puso de barro hasta las orejas pero fue muy efectivo. Repetimos la jugada varias veces y para casa.
Geoda de goethita,50x60 cm
Una vez seca volví a limpiar con cuidado algunas partes más enrevesadas y el resultado final descansa desde entonces en el camarote, una estupenda geoda de goethita estalactítica y aterciopelada de más de 25 kilos de peso. Toda una aventura que recordamos con orgullo cada vez que rememoramos aquellos días.
Una nueva pieza de jaspe rojo procedente de Grávalos (La Rioja). En rocas volcánicas de la zona parecen vacuolas rellenas de jaspe botroidal de llamativo color rojo.
La mina Malaespera (Bilbao, Bizkaia) ha proporcionado buenas piezas de calcita y calcopirita. Esta pieza que os mostramos recoge ambos minerales. La calcita en forma de cristales amarillentos con la forma "acordeón" tan característica de esta mina, y la calcopirita como cristales muy definidos y brillantes al pie de la calcita.
Calcita y calcopirita, Mina Malaespera, Bilbao, 11 cm
Calcopirita, Mina Malaespera, Bilbao, Euskadi, campo 3 cm
De una pieza obtenida tiempo atrás en la mina Carmen (Bilbao, Bizkaia) hemos tomado una fotografías de un grupo de cuarzo hialino cubierto con pequeñas motas de lo que creemos que es hematites. Se trata de un grupo pequeño, con cristales de pocos milímetros, pero la presencia de otro mineral recubriendo parcialmente los cristales hace que sean realmente bonitos.
Hematites sobre cuarzo, mina Carmen Bilbao, Bizkaia
Cuarzo, mina Carmen Bilbao, 6 cm
Hematites sobre cuarzo, mina Carmen Bilbao, Bizkaia
En otras ocasiones los cuarzos no presentan ningún tipo de recubrimiento, si bien siempre los hemos encontrado de pequeño tamaño pero muy bien formados, dentro de bolos de goethita y cuarzo masivo.
Cuarzo, mina Carmen Bilbao, Bizkaia, campo 4 cm
Geoda de cuarzo, mina Carmen Bilbao, Bizkaia, 10 cm
Las dolomitas de la cantera de magnesitas de Eugui (Cantera Azkarate) están presentes en las colecciones de los mejores museos de minerales del mundo. Hubo tiempos en los que era posible acceder a este yacimiento para recoger muestras pero ya hace muchos años que es totalmente imposible al estar completamnete prohibido por parte de la empresa que explota industrialmente la zona.
Dolomita y pirita, Cantera Azkarate, Eugui, Navarra, 4.5 cms
Es por ello que las piezas que aquí os enseño no las he cogido yo, pero sí nuestro amigo y compañero de salidas Jose Luis Forcada. Se trata de dos piezas de dolomita, una con pirita epitaxial en el borde de los cristales y otra en la que los cristales presentan pequeños puntos negros que se ha demostrado que es pirolusita.
Dolomita y pirita, Cantera Azkarate, Eugui, Navarra, 4.5 cms, detalle
Dolomita y pirolusita, Cantera Azkarate, Eugui, Navarra, 6 cm
Dos muestras bonitas aunque nada que ver con las fantásticas piezas que vemos en museos, colecciones o webs de minerales. En estas últimas, si son de venta también merece la pena fijarnos en el número de cifras del precio. En las de tamaño respetable y buena transparencia siempre aparecen como mínimo 3 y muchas veces 4.
En el yacimiento de azufre de El Aila, en Laredo, no es fácil encontrsr siquiera una muestra de azufre para llevarte a casa, y no digamos nada si pretendemos dar con alguno de los cristales que le han hecho famoso. Solo he estado un par de veces pero sin apenas resultado. Es cierto que había cogido una buena celestina pero ni rastro de azufre, ni siquiera masivo. Esta pasada primavera se rompió en parte el maleficio ya que di con un bolo repleto de azufre. Cristalizado pero masivo en su mayoría, aunque de un amarillo brillante realmente bonito.
Geoda de calcita y Azufre, Laredo, Cantabria, España
Joseba había estado por la zona la semana anterior y había encontrado un par de muestras interesantes de azufre y otros minerales como pirita y cuarzo, así que aprovechando un tema familiar puede acercarme hasta el acantilado. La bajada se las trae, no tanto por peligrosa sino por lo resbaladizo de la misma. Una buena culada está a la orden del día y más si ha llovido recientemente.
Azufre y calcita, Laredo, Cantabria, España, 10 cm
Azufre y celestina, Acantilados de El Aila, Laredo, Cantabria, 7 cm
Azufre, Laredo, Cantabria, España, 4 cm
Azufre, Laredo, Cantabria, España, 5 cm
Una vez abajo lo primero que hice fue dirigirme a la roca donde había encontrado la celestina, por si había alguna más. No encontré nada. Ni celestina ni la roca en sí misma. Increible. Mediría más de un metro de largo y unos 50 cm de ancho y no estaba. En su lugar había una pequeña escombrera. Hay que ver cómo se las gastan algunos.
Yacimiento de El Aila, Laredo, Cantabria, España
Pasado este primer contratiempo me puse a buscar alguna roca con azufre visible pero nada de nada hasta que entre las piedras de la rasa mareal me topé con un bolo de unos 30 cm de díametro que amarilleaba por algunas zonas. Pesaba como un condenado pero puede llevarlo a una zona seca y más cómoda.
Azufre, Laredo, Cantabria, España, 7 cm
Bolo con azufre in situ, Laredo, Cantabria, España
Un primer zambombazo y se abrió como un melón. Más amarillo que un limón. Dentro tenía una geoda de un tamaño estupendo que se supone que debería tener unos buenos cristales de azufre pero no, calcita y una celestina al fondo. Sentimiento agridulce, alegría por la pieza pero cierta decepción porque pintaba mejor de lo que fue. No obstante, tras reducirla en la prensa han salido varias piezas de azufre, exfoliado eso sí, de un color amarillo muy brillante.
Calcita y Azufre, Laredo, Cantabria, España, detalle geoda
Calcita, celestina y Azufre, Laredo, Cantabria, España, 15 cm
Cristales de Azufre, Laredo, Cantabria, España, detalle