Celestina de Laredo

 El yacimiento de celestina y azufre de Laredo (Cantabria, España) es muy conocido entre los aficionados a los minerales y a pesar de que me queda relativamente cerca, solo había ido una vez hace años. Quizá el pensar que es imposible sacar algo decente a estas alturas fuera lo que me quitaba las ganas pero a mediados de 2023 decidí animar a mis amigos Forcada y Peluco a acompañarme hasta allí.

Geoda de celestina, Laredo, Cantabria, España, Cristal 4.5 cm

Cristal de celestina, El Aila, Laredo,
 Cantabria, cristal 4.5 cm

El objetivo era sacar alguna muestra de azufre, que aunque parezca mentira , no contaba con ninguna pieza en mi colección. Para allá nos fuimos y tras aparcar y recorrer la senda que bordea el acantilado, nos dispusimos a bajar hasta la orilla. Como suele pasar cuando hace muchos años que no vas a un yacimiento, estaba casi irreconocible. Entre desprendimientos, las mareas y los cientos de martillo que han pasado por allí (neumático más de uno a la vista de los taladros que vimos en las rocas), el aspecto del lugar había cambiado mucho. 

Yacimiento de azufre y celestina, Acantilados de El Aila,
 Laredo, Cantabria

Primero una vuelta de reconocimiento en busca de señales amarillas de azufre. Descorazonador, lo más amarillo que vi fue una botella de lejía arrastrada por el oleaje. Mis compañeros parecido. La cosa no empezaba bien. Es cierto que luego cogimos un par de muestras, por tener algo, pero los azufres claramente son una asignatura pendiente para 2024.

Azufre, Laredo, Cantabria

Sí que vimos muchas calcitas, que os enseñaré en otra entrada, y algunas posibles celestinas transparentes, pero tengo dudas de si son calcitas, celestinas o un pseudomorfo de esos. La marea ya nos empujaba y las rocas eran duras como condenadas, lo que sumado al calor veraniego era señal de retirada. Fui a buscar a mi colega Peluco, agazapado entre unas rocas, abandonando un bloque con pintas de azufre, cuando sin saber porqué decidí zumbarle un par de martillazos a una zona alterada del peñasco, más blanda y por si tenía algún hueco con azufre. Saltó un trozo bastante grande, una esquina, y con un cincel me dispuse a reducirlo. Sería el cansancio porque en vez de donde quería, el cincel se movió y le di en una esquina, rompiéndose un pequeño trozo. 

Estaba hueco, había una geoda con calcita y un gran cristal de celestina azul que se había salvado de milagro. Decidimos no tocar la pieza y reducirla con cuidado más adelante. Unos meses después se la pasé a Ricardo, que no solo hace unas fotos increíbles sino que rotaflex en mano es un artista, y estas Navidades me devolvió la pieza que veis al comienzo de esta entrada. Ha conseguido abrir la boca de la geoda por ambos lados dejando el cristal mucho más a la vista. El resultado es una pieza de unos 10 cm de alta y ese cristal azul de 4.5 centímetros en medio.

Celestina o calcita, Laredo, Cantabria