viernes, 30 de julio de 2021

Ruta Playa de los Cristales y Faro de Laxe

Esta ruta circular permite visitar la Playa de los Cristales y el faro de Laxe, pasando también por la Piedra de los Enamorados. Una senda recorre ese tramo de la costa y es ideal para un día de buen tiempo, las vistas son espectaculares.


Ruta Circular Playa de los Cristales y Faro de Laxe
Ruta Circular Playa de los Cristales y Faro de Laxe


Tal como os comentamos en la entrada sobre la Playa de los Cristales, el bravo mar de la costa da morte ha ido puliendo los vidrios arrojados al mar por un antiguo vertedero y los ha devuelto a la costa en forma de auténticas cuentas de cristal de diversos colores. Un ejemplo de que la naturaleza es capaz en ocasiones de enmendar nuestros desmanes.


Cristales rodados, Playa de los Cristales, Laxe
Cristales rodados, Playa de los Cristales, Laxe


En esta ocasión elegimos una ruta circular que nos permite de un solo golpe recorrer algunos de los lugares más emblemáticos de Laxe. Para ello nos dirigimos en coche por el pueblo hacia la parte alta, siguiendo las señales que indican el camino al faro. En un punto tras la últimas casas encontramos una bifurcación. a la izquierda el camino asfaltado está prohibido salvo para los servicios funerarios y el otro continúa hasta el mirador de Insua y el faro, es el momento de aparcar nuestro vehículo. Podéis ver toda la ruta en el siguiente vídeo.



                    
Descendemos andando por la carretera hacia el cementerio y pasamos por delate del camposanto. Es una bajada muy empinada así que hay que andar con cuidado. Ya las vistas a nuestra izquierda son fantásticas. En unos minutos llegamos a una pequeña cala entre los granitos, es la Playa de los Cristales. Apenas unos metros de playa multicolor rodeada de granito, pero todo un espectáculo. Justo al pie del camino un lagarto no ha podido encontrar una casa con mejores vistas pero tampoco con tan poca intimidad. 


Playa de los Cristales, Laxe, A Coruña
Playa de los Cristales, Laxe, A Coruña


Tras visitar la plaza y tocar sus vidrios redondeados es hora de coger la senda que paralela a la costa rodea por la izquierda el promontorio de Laxe. Con buen tiempo y terreno seco es un paseo sin peligro pero con lluvia o mala mar hay alguna zona que puede estar resbaladiza, mejor no intentarlo. Si como en nuestro caso el día acompaña, el paseo se nos hará corto, no más de una hora paradas incluidas.


Piedra de los enamorados, Laxe, A Coruña
Piedra de los enamorados, Laxe, A Coruña

Y hablando de paradas, la siguiente es la Piedra de los enamorados, donde multitud de enamorados han grabado sus nombres o iniciales a cincel en el granito para dejar prueba imborrable de su amor. Ahí quedan para el recuerdo, la realidad solo la saben ellos.

Inscripciones junto a la Piedra de los Enamorados, Laxe
Inscripciones junto a la
Piedra de los Enamorados, Laxe


Tras las fotos de rigor podemos también ver las grietas o diaclasas que surcan los granitos de las rocas cercanas, así como los filones cuarzo que aparecen en algunas zonas, acompañados de cristales de mica y de feldespato, como todo granito que se precie. El suelo del camino brilla por los trozos de mica desprendidos del granito.


Diaclasas en el granito, Laxe A Coruña
Diaclasas en el granito, Laxe, A Coruña


Es hora se seguir adelante por la senda, ahora más estrecha, que empieza a remontar hacia el faro, al que pronto veremos. Una pequeña cuesta y salimos a la carretera que viene de nuestro aparcamiento.
Parece que junto al faro hay un castro pero es una curiosa área de mesas de piedra a resguardo del viento. 


Faro de Laxe, A Coruña
Faro de Laxe, A Coruña


El faro recorta su silueta contar el mar y junto a él la estatua A Espera, homenajeando a todos los que miran al horizonte rogando que sus seres queridos regresen a salvo a puerto. 


A Espera, Estatua junto al faro de Laxe, Laxe, A Coruña
A Espera, Estatua junto al faro de Laxe,
 Laxe, A Coruña

Ya solo resta seguir por la carretera, pasar un rancho de caballos donde se pueden dar paseos y llegar al coche. Una excursión que os aseguramos merece la pena.


viernes, 23 de julio de 2021

Mina Dolores y El Sauco, Galdames, Bizkaia

La mina Dolores y el barrio minero de El Sauco, en pleno corazón de Meatzaldea, forman parte del complejo minero de Galdames , cuya explotación modificó notablemente el paisaje de toda la zona. Los enormes filones a cielo abierto, los desplomes de parte de los mismos y las ruinas mineras que salpican toda la zona son claras muestras del pasado minero e industrial del lugar.


Mina Dolores, Bocamina, Galdames, Bizkaia
Mina Dolores, Bocamina, Galdames, Bizkaia

Actualmente las antiguas minas llevan décadas abandonadas y la naturaleza reclama lo que siempre fue suyo. En medio de este paisaje un edificio sobresale todavía entre las rocas y los árboles sobrecogiendo a los cientos de senderistas que todos los años recorren la zona para ascender a las cercanas cumbres de Pico Pastores, San Juan, Alto Galdames, La Cruz...Se trata del antiguo complejo de oficinas de las minas del Sauco.

Meatzaldea, El Sauco
Meatzaldea, El Sauco


Antiguas oficinas mineras, El Sauco, Galdames
Antiguas oficinas mineras,
El Sauco, Galdames

Un edificio de tres plantas, con las ventanas orladas de ladrillos rojos que contrastan con la piedra caliza de las paredes. Ahora parece fuera de lugar pero demuestra el tamaño de las antiguas minas y la cantidad de obreros que allí trabajaron. Un cartel del Mueso Minero de Gallarta les recuerda y homenajea.


Cartel homenaje a los mineros, El Sauco
Cartel homenaje a los mineros, El Sauco

Desde el punto de vista mineralógico, las minas explotaron siderita y goethita, con tal precisión que es muy raro ver muestras por la zona salvo chirtas abundantes en el camino hacia la cueva de Urallaga, otro lugar que merece la pena visitar.


Ermita y cueva de Urallaga
Ermita y cueva de Urallaga

Una de las minas que mejores ejemplares ha proporcionado ha sido la mina Dolores, cuya bocamina se encuentra junto a las ruinas de El Sauco. Allí aparecieron buenas muestras de calcita y dolomita sobre goethita que os enseñaremos en otras entradas, así como calcitas de intensa flourescencia.


Calcita, Mina Dolores, Galdames, Bizkaia, Euskadi, 9 cm
Calcita, Mina Dolores, Galdames, Bizkaia, Euskadi, 9 cm

En esta mina pasamos un susto considerable hace unos años, aunque paradójicamente nada tuvo que ver con cualquier peligro que se nos ocurriría a la hora de visitar una mina abandonada. Se trató de una estampida. Tal cual, no es ninguna broma. Fuimos a hacer unas fotos con unos amigos conocedores del lugar en un día de calor. Mientras nos poníamos el equipo de iluminación, un compañero más rápido se internó en la galería. El resto le seguimos un par de minutos después. Apenas a 10 metros de la entrada la galería de acceso es un túnel perfectamente horadado en la caliza como si de una carretera se tratara. El suelo es pedregoso, y en aquella ocasión cubierto de estiércol. Un pelín asqueroso pero nada más, o eso creíamos porque de repente se oyeron unos gritos de aviso y en segundos un ruido ensordecedor. 

Algo nos hizo ver lo que se nos venía encima así que instintivamente nos pegamos a la pared de roca buscando algún pequeño abrigo tras algún saliente. En un momento pasó a nuestro lado una auténtica estampida de 10 o 15 vacas a todo correr, refugiadas en la mina al fresco del lugar y que buscaban la salida como locas asustadas por el frontal de nuestro compañero y creerse rodeadas y en peligro. No hemos ido a San Fermín ni a ningún encierro pero aún siendo vacas  y no toros, a mí se me quitaron las ganas para toda la vida. Tal fue el susto que no tenemos ni una foto de aquel día salvo las que hicimos antes de entrar. Una anécdota vista años después pero que refleja que en el monte siempre hay que andar con cuidado.


Calcita sobre goethita, Mina Dolores, Galdames, Bizkaia, Euskadi, 10 cm
Calcita sobre goethita, Mina Dolores, Galdames,
Bizkaia, Euskadi, 10 cm

Desde el punto de vista geológico la zona también es interesante por el karst que cubre buena parte de la zona. Grietas y calizas cortantes como cuchillos que hacen recomendable un buen calzado y tener precaución fuera de los caminos. Un ejemplo es el karst de agujas que encontramos junto al camino de bajada a la cueva de Urallaga. Agujas calizas de casi dos metros plagadas de fósiles de rudistas.


Karst de agujas entre Urallaga y El Sauco, Bizkaia
Karst de agujas entre Urallaga y El Sauco, Bizkaia

Otro aliciente para visitar la zona. Desde la Ekoetxea de Peñas Negras parte la ruta que llega a esta zona y que con un mínimo de fondo físico es apta para grandes y pequeños. Hasta Urallaga ida y vuelta unas dos horas y media sin paradas.

Calizas con rudistas, Karst de Meatzaldea-Urallaga
Calizas con rudistas, Karst de Meatzaldea-Urallaga


Karst de agujas, Galdames, Bizkaia
Karst de agujas, Galdames, Bizkaia



viernes, 16 de julio de 2021

Cuarzo y ankerita, Montes de Triano, Bizkaia, Euskadi

En las explotaciones de siderita de los montes de Triano los bolos mineralizados en ocasiones contienen pequeñas geodas donde cristaliza siderita, cuarzo o ankerita. En esta ocasión os mostramos una pieza con cuarzo y ankerita.

Cuarzo y ankerita, Montes de Triano, Bizkaia
Cuarzo y ankerita, Montes de Triano, Bizkaia

La ankerita suele presentar un color amarillento y se presenta en cristales bien formadas como los de la fotografía que acompaña a esta entrada.

Cuarzo y siderita negra, montes de Triano, Bizkaia, Euskadi

Cuarzo y siderita negra, Bizkaia


En esta ocasión os presentamos una pieza flotante de siderita negra recubierta de cuarzo hialino procedente de los montes de Triano.

Cuarzo y siderita negra, Montes de Triano, Bizkaia,   Euskadi, 6 cm
Cuarzo y siderita negra, Montes de Triano, Bizkaia,
 Euskadi, 6 cm

viernes, 9 de julio de 2021

Diapiro de Poza de la Sal, origen y formación

El origen y formación de los diapiros salinos como el de Poza de la Sal es un fenómeno geológico que para los profanos como nosotros siempre nos ha parecido muy interesante. Asociados a minerales como yeso, jacintos de Compostela, hematites,... y rocas tipo ofitas o arcillas rojas, son frecuentes en Euskadi (Murguía, Orduña, Peñacerrada, Añana).


Diapiro de Poza de la Sal, Burgos, España
Diapiro de Poza de la Sal, Burgos, España

La presencia de manantiales salinos asociados a los diapiros también les ha otorgado una enorme importancia económica en la antigüedad, al ser importantes yacimientos de sal, tan apreciada como conservante de alimentos durante siglos (Salinas de Añana, Poza de la Sal, Salinas de Léniz).


Salinas, Poza de la Sal, Burgos
Salinas, Poza de la Sal, Burgos

Por eso hemos querido aprovechar una reciente excursión a Poza de la Sal (Burgos), para realizar un reportaje sobre este diapiro y dar algunas explicaciones sencillas sobre el origen y formación de los diapiros. Que nos perdonen los expertos por las meteduras de pata, esperemos que no sean muy gordas.


Origen del diapiro salino 

Todo comenzó hace unos 200 millones de años, millón arriba o abajo, en el Triásico, sí, el de los aragonitos. Imaginemos un mar de aguas muy saladas, o mejor dicho, una especie de enorme salina natural, que se llena de agua, se seca por el clima desértico, se vuelve a inundar, a secar,... y así durante una eternidad acumulando capas y capas de sal en el fondo.

Coincidiendo con esto, una intensa actividad volcánica se sumó a la fiesta, aportando materiales tipo ofitas que se intercalaron entre la sal y los materiales depositados en el fondo (arcillas, yesos,...). Ya tenemos los ingredientes que vemos aflorar en casi todos los diapiros.


Arcillas rojas del Keuper, Diapiro de Poza de la Sal
Arcillas rojas del Keuper,
Diapiro de Poza de la Sal

Pero no podía ser tan fácil, así que nuestra masa triásica comienza a cubrirse por otros materiales durante el cretácico y el jurásico (calizas,...) para quedar bien enterrada bajo ellos. Y así se queda una buena temporada geológica, o sea, otro montón de millones de años. 


Rocas triásicas en la muralla de Poza de la Sal
Rocas triásicas en la muralla de Poza de la Sal


Formación del diapiro salino

La tapa de materiales que se han colocado encima ha formado rocas sedimentarias con una densidad mayor que la capa salina así que Houston, tenemos un problema. Si lo que está más abajo es menos denso que lo que lo cubre, tiende a subir y colocarse por encima, un fenómeno físico irrefutable. Algo similar a lo que pasa en el lecho fangoso de un río o embalse. Las burbujas de gas contenidas en el limo se escapan por los resquicios de éste en cuanto la presión del agua disminuye y forman las burbujas que vemos en la superficie del agua. Aunque no lo vemos, también habrán dejado un pequeño cráter de salida en el fango.


Diapiro de Poza de la Sal, panorámica.
Diapiro de Poza de la Sal, panorámica.


Pues bien, algo así va a pasar en nuestro diapiro. La sal no es tan maleable como un gas pero parece que es lo suficientemente plástica como para adaptarse y buscar una salida hacia arriba. Así que ayudada por otros fenómenos geológicos o fallas, el domo salino (así se llama) comienza a empujar la capa que lo cubre hasta conseguir romperla y aparecer como un souflé geológico. No será tan sencillo pero nos vale. De aquí le viene el nombre de diapiro, que en griego debe significar algo así como "atravesar".

Las calizas han reventado por la irrupción de la masa triásica y ésta ya aflora a la superficie. Las calizas se han fracturado o levantado, dando lugar a los bordes del diapiro. Ya tenemos pues medio explicado un parte de lo que vemos hoy en día, los bordes del "cráter".

Pero no debería haber cráter sino un  champiñón de sal levantado incluso por encima de los bordes. Otro lío. ¿Qué ha pasado con él? esto nos costó un poco darnos cuenta pero el diapiro de Poza de la Sal nos echó una mano. O mejor dicho, un río, el Homino.


El diapiro en la actualidad

En muchos diapiros, lo que vemos hoy es una especie de gigantesco cráter como los de una enorme caldera volcánica o el que nos imaginamos tras un gran impacto, nada de una montaña de sal, arcillas y yesos.

La respuesta está en el cielo. La erosión del viento y el agua es muy intensa en materiales blandos como las arcillas, los yesos y la sal por lo que ha hecho desaparecer buena parte de los materiales aflorantes dejando vacío el centro del diapiro. Los bordes calizos mucho más resistentes han aguantado mejor. Lo mismo que los afloramientos de ofitas como en Poza de la Sal, donde el llamado Castellar no eso otra cosa que un enorme conjunto de ofitas intercaladas en el diapiro, que por su dureza  se han mantenido una vez desaparecidos los materiales que las rodeaban.


El Castellar, Ofitas en el centro del Diapiro de Poza de la Sal
El Castellar, Ofitas en el centro del Diapiro de Poza de la Sal

En Poza de la Sal, uno de los flancos del diapiro está bastante abierto formando una garganta por donde el río Homino se ha encargado de transportar hasta la llanura de La Bureba los materiales blandos del diapiro.


Flanco de evacuación del Diapiro de Poza de Sal
Flanco de evacuación del Diapiro de Poza de Sal

Uff, parece que ya tenemos todo bien encajado. Solo faltan las salinas, pero es más sencillo. Los manantiales subterráneos que atraviesan las capas salinas por debajo de la superficie, disuelven la sal y se cargan de ella, lo que hace que sean manantiales salados cuando  emergen como fuentes en la superficie. Si la concentración es muy alta se puede obtener sal por evaporación como en Poza de la Sal o  el valle salado en Salinas de Añana.


Salinas de Poza de la Sal
Salinas de Poza de la Sal


Los minerales del diapiro de Poza de la Sal

A diferencia de otros lugares que hemos visitado como Murguía o Salinas de Añana, en Poza de la Sal apenas hemos visto minerales. Solo ofitas, tanto en los caminos como en el Castellar o utilizadas para construcciones.


Ofita, Poza de la Sal, Burgos, España
Ofita, Poza de la Sal, Burgos, España

Ofitas en el muro de las salinas, Poza de la Sal, Burgos
Ofitas en el muro de las salinas,
Poza de la Sal, Burgos

Ofitas, Diapiro de Poza de la Sal, Burgos
Ofitas, Diapiro de Poza de la Sal, Burgos

Yeso nada de nada, solo en los muros de una puerta de la muralla y posiblemente aparezcan en una zona de cárcavas más adelante de las salinas pero no pudimos llegar. De epidotas o hematites ni rastro.


Arcillas y yesos, Cárcavas en el Diapiro de Poza de la Sal
Arcillas y yesos, Cárcavas en el Diapiro de Poza de la Sal

En la parte alta del borde del diapiro en la zona del Altotero y el Mirador de la Bureba hay algo de calcita cristalizada en las calizas, lo mismo que en la zona del Pico del Hundido, junto a los molinos del parque eólico.


Cima del Altotero, Poza de la Sal, Burgos
Cima del Altotero, Poza de la Sal, Burgos


Allí encontramos un curioso icnofósil que nos dijeron que era un rastro de reptación. El surco dejado por el paso de algún ser vivo sobre el barro y que luego se ha fosilizado. estaba muy bien conservado.


Cruzianas o rastros de reptación en las calizas, Poza de la Sal
Cruzianas o rastros de reptación en las calizas,
Poza de la Sal

Icnofósil tipo cruziana, Poza de la Sal, Burgos, España
Icnofósil tipo cruziana, Poza de la Sal,
Burgos, España


Excursión a Poza de la Sal y alrededores

Y para acabar, unas fotografías de Poza de la Sal para que os animéis a realizar esta excursión. 


Poza de la Sal, La Bureba, Burgos
Poza de la Sal, La Bureba, Burgos

Puerta del Conjuradero, Poza de la Sal
Puerta del Conjuradero, Poza de la Sal


Castillo de Poza de la Sal
Castillo de Poza de la Sal

                                       

No puede faltar el recuerdo al vecino más célebre, el gran Félix Rodríguez de la Fuente, que marcó nuestra infancia con la fantástica serie El Hombre y la Tierra. 


Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente, Poza de la Sal
Monumento a Félix Rodríguez de la Fuente,
Poza de la Sal

Además una sorpresa para finalizar el día. Si la explicación de un diapiro es compleja, la de por qué hay un impresionante tanque M60 Patton de la II Guerra Mundial en un cerro del cercano pueblo de Quintanilla Cabe Rojas se nos antoja imposible, pero merece la pena acercarse.


Tanque M60 Patton, Quintanilla Cabe Rojas, La Bureba, Burgos
Tanque M60 Patton, Quintanilla Cabe Rojas,
La Bureba, Burgos


viernes, 2 de julio de 2021

Yeso sericolita o curvo, Galdames, Bizkaia, Euskadi

En las minas de hierro de Bizkaia, sobre todo en algunas de Galdames, se han encontrado ejemplares de yeso variedad sericolita adoptando caprichosas formas curvadas. En esta entrada os enseñamos un ejemplar de 8 cm procedente de esas minas y que recogió hace años nuestro amigo Jose Luis.

Yeso curvo, Minas de Galdames, Bizkaia, Euskadi, 8 cm
Yeso curvo, Minas de Galdames, Bizkaia,
Euskadi, 8 cm

Calcita, Cantera Antoñanzas, Arnedo, La Rioja (II)

En esta ocasión os enseñamos un nuevo ejemplar de calcita de la Cantera Antoñanzas. La restauración del lugar casi ha concluido y apenas hay restos de los antiguos frentes. En una orilla del camino nuestro amigo Jose Luis recogió recientemente la calcita que ilustra esta entrada.

Calcita, Cantera Antoñanzas, Arnedo, La Rioja, 9 cm
Calcita, Cantera Antoñanzas, Arnedillo, La Rioja, 9 cm