viernes, 29 de abril de 2022

La Fluorita de Peluco, Cantera el Peñascal, primavera 2018

 La primavera de 2018 en Bilbao estuvo marcada por unas lluvias persistentes que afectaron a la cantera   de El Peñascal. Si en las fotografías de 2017 se puede ver la base de la pared casi totalmente libre de derrumbes a pesar de los años transcurridos, cuando volvimos a visitar el lugar pudimos ver un enorme derrumbe en un lateral y varios menores a lo largo de la pared. No cabía duda de que el lugar era más peligroso de lo que parecía, sobre todo porque con esa altura de paredes una simple piedra de pocos centímetros puede causar un disgusto enorme. El empleo de casco es siempre imprescindible para evitar problemas. De hecho, hasta antes de empezar las labores de restauración la pared seguía "chineando" como dicen los entendidos, vamos que caían piedrecillas a menudo.


Fluorita,Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,Colección M.A. Cantero
Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,
Colección M.A. Cantero


Calcita lenticular,Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,primavera 2018
Calcita lenticular,Cantera El Peñascal, Bilbao,
 Bizkaia, primavera 2018

El derrumbe provocó una montonera de tierra y piedras de considerable tamaño, donde solo se veían algunos fósiles, pero no las rocas características que podían presagiar la aparición de nódulos con cavidades. No habíamos contado con nuestro buen amigo Miguel Angel (Peluco), que no había tenido todavía la oportunidad de acercarse a la cantera. En esa su primera visita, se acercó a la montonera de rocas del derrumbe, le asestó un mazazo a una piedra sin más, el primero que daba en la cantera,  y al romperse apareció la que hasta ese momento era la mejor fluorita que había aparecido. Hoy sigue siendo una de las mejores.


Fluorita y ankerita,Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia
Fluorita y ankerita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia


Fluorita,Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia, Euskadi
Fluorita,Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia, Euskadi

El sabe que no miento si comento que en los centenares de martillazos que dimos después en ese lugar no volvió a aparecer ni una solo muestra de fluorita. Ese mazazo loco siempre lo recordaremos y siempre nos lo recordará. De entonces también son las tres muestras que aparecen a continuación y que son bastante significativas del yacimiento. La primera es un buen cristal de fluorita de 1.5 centímetros, totalmente transparente, tanto que se ve al otro lado del cristal. Esta pieza que conservo conmigo la encontré tal cual está, en el suelo, aunque lleva "pegado" un tocho de casi un kilogramo que no me he atrevido a reducir por si acaso. Lo normal es que salte incluso con prensa.


Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,1,5 cm, otra vista
Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao,
Bizkaia,1,5 cm, otra vista

Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,1,5 cm
Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,1,5 cm

La segunda es un cristal con tono algo violáceo en matriz. Una pieza muy bonita pero que tiene la pega de que el cristal está pegado. Es su sitio exacto, pero se desprendió nada más dar el primer golpe in situ. Ha pasado a menudo y bueno, diciendo la verdad tampoco pasa nada. 


Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia,1 cm, consolidada
Fluorita, Cantera El Peñascal, Bilbao,
 Bizkaia,1 cm, consolidada

Y la tercera es otra pieza "clásica" de este yacimiento, las geodas con calcita muy brillante y cristales como los de la foto, de apenas 2 o 3 mm pero multitud. Era la primera vez que aparecían, se hicieron frecuentes en un momento dado y luego escasísimas de nuevo hasta casi desaparecer.


Calcita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia, 5 cm
Calcita, Cantera El Peñascal, Bilbao, Bizkaia, 5 cm

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