Mina pirita Navajún 2022

 La mina de Piritas de Navajún ha cambiado de propietarios, y por si caso decidimos hacer una excursión antes de que se cancelaran las visitas para obtener piezas. El 15 de octure nos presentamos en la valla junto a la ermita que da acceso a la pista de subida y en unos minutos estábamos allí casi 20 personas de diversas procedencias, con las piritas como objetivo común.

Pirita en matriz, Navajún, cristal 3.5 cm

Enseguida acudió el encargado de la explotación, al cual agradecemos lo bien que nos han tratado siempre que hemos ido. Lamentablemente nos confirmó que era la última visita con posibilidad de picar aunque se va a mantener las vistas didácticas a la explotación. Una pena pero justificado desde el punto de vista empresarial.

Cristal de pirita, Navajún, arista 3 cm

Cristales de pirita, Navajún, 10 cm

Cubo de pirita en matriz, Navajún, La Rioja

Por ello, al ser la última oportunidad, había ganas de darle al martillo hasta que se agotaran las 4 horas que habíamos contratado. Recorrimos las escombreras exteriores con poco éxito, un par de acopios nuevos cerca de la pared nos proporcionaron algunas piezas sueltas y en matriz, y pronto nos desparramamos por el suelo en una zona preparada donde afloraban abundantes grupos de pirita y cubos sueltos. La matriz era muy endeble por momentos y dura en otras ocasiones, lo que dificultaba mucho obtener piezas enteras. 

Macla de piritas, Navajún,6 cms

Macla de piritas, Navajún, La Rioja,7 cm

Por si fuera poco casi todas las piezas salían oxidadas, así que iba a haber curro de limpieza para dar y tomar. La abundancia excesiva de cubos no es nada buena porque al final todos salen con contactos, los grupos de disgregan o están internamente fracturados, lo que hizo que nos desesperáramos por momentos ante la casi certeza de que no íbamos a despedirnos con la pieza que todos soñábamos.

Macla de piritas, Navajún,7 cm

Macla de piritas, Navajún,7 cms, La Rioja

Maclas de pirita, pieza 9 cm

Salían muchas maclas y grupos pero no había forma humana de pillar uno entero , se ve que la zona buena tampoco la catamos en este ocasión. Allí estaba, a unos metros, convenientemente precintada y suponiendo una tentación que deja pequeña a la manzana de Adán y Eva. Qué le vamos a hacer...

Mina de piritas de Navajún, cientos de cristales de pirita

Mina de piritas de Navajún, frente mineralizado

El tiempo volaba, las fuerzas menguaban pero las cajas apiladas al pie de los coches no hacían más que aumentar. Por kilos de material no iba a ser. 

Piezas conseguidas en la excursión

Piezas recogidas en la excursión  Navajún

Llegó el aviso de ir recogiendo, de dar los últimos martillazos en nuestra querida Navajún, hacernos fotos y despedirnos de nuestro anfitrión. De nuevo gracias de parte de todo nuestro grupo.

Piezas ya listas, piritas de Navajún

Pirita de Navajún, La Rioja, 8 cm

En la ermita seguimos la costumbre de darnos un buen homenaje culinario para recuperar fuerzas antes de volver a casa. Recordad que Navajún está lejos de casi cualquier lugar conocido, hasta Bilbao casi 3 horas.

Pirita, Navajún, La Rioja, 8 cm

Piritas en matriz, Navajún, pieza 9 cm

En casa tocaba limpieza y selección. Como siempre, mucho a la basura tras un primer paso por el balde de agua. Luego tocaba quitar el óxido así que pillamos un bote de Cillit Bang ya esperar. Una decepción, o el óxido no era como la otra vez o la fórmula del Cillit ha perdido fuerza, se quitaba pero no del todo. Había que recurrir a más potencia de fuego contra el dichoso óxido así que salfumán sin diluir. Un éxito aunque requiere ser muy prudente. Un par de minutos y cubos reluciente que psaban al agua y detergente para quitar los restos de ácido.

Piritas ya limpias y preparadas

Muy brillantes pero con las vergüenzas al aire. Como temíamos, casi todos con algún contacto o daño, así que vuelta a seleccionar. 

Pirita, Navajún, La Rioja, 8 cm

Tras los cubos sueltos era el turno de las piezas en matriz. Otro problema, era meter la matriz en agua y deshacerse como un azucarillo o casi casi. Casi era sumergir un poco, romper con la mano trozos y confiar en que al secarse se volviera a endurecer. A veces pasaba, a veces no.

Maclas de piritas de Navajún

Unos cuantos kilos fueron a la basura y el resto pasaba a la siguiente fase: consolidar los cubos que se movían o que se habían caído. Esta fase para mí es la peor y la más frustrante. No tengo visión espacial, lo reconozco, al Tetrix soy peor que al waterpolo, así que si se me cae una macla de la matriz pruebo cien veces para intentar volver a ponerla en su sito, con un porcentaje de acierto ínfimo. De hecho, más de una vez me rindo y lo tiro todo de pura frustración.

Maclas de piritas en matriz, Navajún

Quien haya limpiado piritas de Navajún ya sabe que entre el cristal y la matriz, todo tan liso, tan perfecto, hay una capa , una especie de barquillo diabólico, clorita creo que es, que se cae o aparece pegado al cristal y que luego hace que al desaparecer haya cierta holgura entre el cristal y la matriz. No es que el cristal no sea de ahí, que no sería la primera vez que lo vemos, sino que el encaje no es perfecto. 

Para fijar los cristales es imprescindible usar pegamento

Así que además de salfumán, en esta ocasión el pegamento fue indispensable, Loctite para ser exactos. A veces saqué el cristal para limpiar el óxido y luego lo pegué en la matriz, hay que marcar la cara exacta porque si no la hemos liado pero bien, los cubos parecen perfectos pero no lo son, y al ir a encajarlos se demuestra a veces de forma un poco cruel.

Macla de piritas, Navajún,6 cm

Poco a poco se fueron acabando las cajas que trajimos y por fin el balcón quedó limpio de polvo y piritas, La familia nos lo agradeció, aunque enseguida empezaron a acercarse a la caja con las piezas ya listas y más de una desapareció sin dar más explicaciones. Las piritas de Navajún es el mineral más "regalable" que conozco. Al final la decepción inicial quedó bastante disimulada y algunas piezas son bastante aceptables, no comparables a las de otras ocasiones pero lo suficiente como para ser un buen regalo y alguna nos la quedaremos en la colección. Navajún siempre merece la pena.