Visita al Pozo Sotón, mina de carbón en Asturias

 La visita guiada al Pozo Sotón, mina de carbón en Asturias, es sin duda una experiencia única. En esta entrada os vamos a contar lo que allí vivimos y esperamos que su lectura os anime a visitar este alucinante lugar.

Peluco, Jesús ,Joseba y Jose Luis,
visita al Pozo Sotón, Asturias

Un poco de historia del Pozo Sotón

El Pozo Sotón es visitable desde 2015 , si bien su historia comienza a finales del siglo XVIII, con las primeras prospecciones en busca de carbón mineral. Es el comienzo del desarrollo industrial y el carbón era como el petróleo en el siglo XX, el motor del mundo moderno. El desarrollo industrial de la cuenca minera se produjo más tarde, a finales del XIX y principios del XX, en este caso de la mano de la compañía Duro Felguera (todavía existente en la actualidad), que construyó el Pozo Sotón entre 1917 y 1922. En 1967 el Pozo Sotón fue adquirido por la empresa estatal Hunosa, actual propietario.

Entrada al Pozo Sotón, Asturias

Instalaciones, Pozo Sotón, Asturias

Actualmente ya no se extrae carbón del Pozo Sotón, que permanece eso sí, con todas las labores de mantenimiento necesarias para garantizar la seguridad de las visitas y preservar este monumento industrial. Y digo monumento porque tiene esa protección cultural, siendo uno de los 100 monumentos más representativos del patrimonio industrial de España. Sus dos castilletes, el reter que los rodea, la casa de máquinas y la oficina sindical son sus elementos más característicos.

Monumento industrial de España, Pozo Sotón, Asturias

Preparando la visita

Hace unos 4 años vi un reportaje sobre el pozo Sotón y al momento pensé que tenía que verlo yo mismo. La pandemia chafó mis planes y ha sido ahora cuando, junto a mis amigos Joseba, Jose Luis y Peluco, con los que tantas minas he visitado, por fin planeamos visitar el Sotón. Aquí tenéis otros vídeos que muestran lo que allí encontraréis: Pozo Sotón Asturias Repor y La 2 Rutas Bizarras: Pozo Sotón.

Castillete desde la carretera,
Pozo Sotón, Asturias

Como podéis ver en la web del Sotón, hay tres tipos de visitas: exterior, interior corta e interior larga. Las de interior están muy solicitadas, así que hay que reservar con mucha antelación. La exterior es como ver un museo industrial al aire libre, pero lo que hace único al Sotón son las visitas de interior. 

Máquina de tren minero, Pozo Sotón, Asturias

Sinceramente las fotos y los vídeos asustan un poco al verlos, pero es lo que hay, lo que ves es lo que vas a vivir, una experiencia que no vas a olvidar. Evidentemente no son visitas para cualquiera, tampoco la corta salvo que no bajes por la chimenea de la Jota, pero tampoco hay que ser Ironman, que nuestro Jose Luis hizo la visita larga y dejó a los mineros alucinados marchando en cabeza por las galerías. Hay que estar en relativa buena forma física, no tanto por resistencia, sino por agilidad. No te vas a cansar pero las rodillas sí que tienen un día exigente. Subir y bajar por chimeneas y planos inclinados hace que al día siguiente unas buenas agujetas en los muslos ( o en todo el cuerpo) te recuerden que el día anterior estuviste en el Sotón. 

Labores del coto Modesta, minas de carbón de Asturias

Lo obvio es no tener problemas de claustrofobia o miedo a la oscuridad, pero bueno, yendo a una mina eso se da por supuesto. Nuestro grupo era de 12 personas, el máximo por visita ( solo se hace una al día) y todos y todas completaron la visita larga de casi 5 horas sin ningún problema, disfrutando  tope.

Museo exterior, Pozo Sotón, Asturias

Bueno, pues llegó el día y a las 08 de la mañana allí estábamos los cuatro mosqueteros, esperando que abrieran las instalaciones. Unas fotos y...comienza la aventura.

Equipamiento

Tras comprobar que teníamos la reserva pasamos a las oficinas sindicales donde nos esperaban los cuatro mineros de Hunosa, trabajadores en activo del Sotón, que iban a guiarnos durante la visita, Aquí el primer punto relevante, aparte de ser unos guías estupendos, hace nada estaban allí abajo trabajando las 7 horas y 10 minutos que dura cada turno, no se sabían algo aprendido en los libros, era su vida, y eso se nota.

Oficinas, Pozo Sotón, Asturias

Un vídeo breve, firma de los preceptivos papeles de conocimiento de riesgos ( los firmamos hasta en el dentista así que no vamos a asustarnos por un disclaimer más o menos) y a equiparse. En la zona de vestuario nos preguntan el número de pie y sales de allí como en las películas carcelarias, con una caja que contiene tu nuevo look: botas de goma, buzo, camiseta, calcetines, guantes, mascarilla FP2, tapones para los oídos y hasta ropa interior. Te cambias en el vestuario, cada uno con su taquilla, y a por el resto del equipamiento.

Maqueta en la zona de oficinas, Pozo Sotón, Asturias

Como un grupo de novatos, uniformados pero con cara rara, pasamos a la lampistería, donde nos pusimos casco, frontal con una estupenda batería para  horas y un equipo autorrescatador. Esto último no tranquiliza la verdad, pero también te dicen en los aviones que tienes mascarilla de oxígeno y no sales corriendo. Como nos contaron, en 20 años de experiencia de alguno de nuestros guías no lo había usado nunca, así que ya sería casualidad que se diera la circunstancia. Es una caja de metal ajustada al cinturón que contiene una máscara de respiración con un componente químico que filtra el aire exterior y lo convierte en respirable y te da una media hora para salir de la zona en cuestión. 

Lampistería, Pozo Sotón, Asturias

Zona exterior

Ya convertidos en mineros (solo por fuera), nos dirigimos al exterior, a la zona de los castilletes. Pero antes de llegar pasamos por el Memorial Minero. Sin palabras. Un jardín enorme repleto de lápidas, al estilo de los cementerios militares, que recuerda de manera dramática, que se estima que unas 5.000 personas han podido perder la vida en las cuencas mineras asturianas.

Memorial por los mineros de Hunosa fallecidos,
 Pozo Sotón, Asturias

En este memorial, con cientos de lápidas, solo están los pertenecientes a Hunosa y por tanto no incluye a subcontratas. Y solo los muertos en accidente laboral, vamos si sales de la mina con los pies por delante, nada de enfermedad laboral o fallecidos tiempo después del accidente. Sobrecogedor pero real.

Memorial minero, Pozo Sotón, Asturias

Tras el Memorial accedimos a la zona industrial de los castilletes y el reter (la estructura metálica que los rodea y que era entre otras cosas planta de procesamiento del mineral que salía de la jaula).En las paredes muchas consignas sindicales, recuerdo de una época pasada.

Carteles sindicales, Pozo Sotón, Asturias

Al pie de los castilletes una explicación de la mina en cuanto a extensión y zonas que visitaríamos, escuchar el sonido del turullu ( una especie de sirena que avisaba de los cambios de turno pero que si sonaba a destiempo significaba que había ocurrido un accidente grave, lo que nadie quería escuchar) y dejar todo elemento eléctrico (relojes, móviles, cámaras de fotos), de ahí que solo tengamos fotos de exterior para mostraros. Cuestión de seguridad.

La jaula

Jaula, como digas ascensor lo tienes claro. La terminología es muy simple, palabra de nuestros guías, pero hay que respetarla. Este es un buen punto para comentar que a partir de aquí nada de cosas restaurdas, teatralizaciones, maquetas o similares, todo es real, hay humedad , ruido en ocasiones, barro , óxido...una mina en activo, solo faltan cientos de mineros en las galerías. Hasta 1.500 creo recordar que trabajaban en el Sotón, así que imaginad lo que supuso para estas comarcas el cierre de las minas.

Jaula, Pozo Sotón, Asturias

La jaula se usa para bajar y subir de las galerías a la superficie. Tanto para personas (hasta 25 por viaje) como para material y maquinaria, o carbón. No es cuadrada sino rectangular y las personas solo bajaban al inicio del turno y subían al final, el resto viajes continuos de mineral o utensilios. Bajamos de la superficie a la octava planta. Tardamos poco más de un minuto en bajar casi 400 metros, porque una planta no es un piso de rascacielos, entre planta y planta hay en ocasiones casi 80 metros o más. Supone una velocidad de unos 5 metros por segundo, 10 veces un ascensor normal. Vamos que va como un misil, y si lleva material o carbón va a 8 metros por segundo, nos dijeron que alguno probó meterse y salió listo para la NASA. A pesar de esa velocidad la verdad es que no notas una sensación rara, al bajar en vez de subir no hay problema de presión de oídos y tampoco la frenada es brusca. Eso sí, te das cuenta de la velocidad cuando atraviesas una galería y no te da tiempo ni a verla pasar.

Preparados para la visita,
Pozo Sotón, Asturias

La octava planta

Llegamos a la octava planta. Primero un poco de geología para ayudar a comprender cómo funcionaban las cosas ahí abajo, sobre todo en comparación con las minas de hierro en las que tantas veces hemos estado buscando minerales.

Aquí no hay filones sino capas de carbón. Capas que por estratigrafía eran en origen horizontales ( sedimentos de plantas del Carbonífero) y que el plegamiento, supongo que alpino, puso en posición vertical, como un sandwich invertido. el carbón aflora en superficie y profundiza en vertical o casi hasta que la capa desaparece. Y así en una secuencia de varias capas de roca y carbón alternas. Luego tenemos capas de cientos de metros de longitud y profundidad pero de poco más de un metro de ancho, en medio de una roca encajante no demasiado firme. O raspas superficialmente el carbón que aflora en superficie (como se hacía al principio) o perforas pozos verticales a través de la roca encajante y abres galerías perpendiculares al pozo principal hasta alcanzar las capas de carbón y las vas "vaciando" de abajo a arriba, coma vaciar una columna de mineral sobre tu cabeza. Esto es lo que se hizo en los pozos como Sotón.

Ahora voy a comentaros las enormes diferencias que notamos frente a nuestras experiencias en otras minas. 

1º La entibación

Toda la mina está entibada con cinchas y arcos de hierro, malla de alambre y madera. El entibado es la sujeción de techos y paredes con elementos para dar estabilidad. Por Bizkaia apenas hay entibación, las paredes y los pilares de mineral aguantan bóvedas y galerías porque son materiales enormemente resistentes. En las minas de carbón como Sotón, la roca es muy deleznable, se agrieta y altera con facilidad y no resiste la presión, es preciso reforzar cada galería y cada espacio que se abre. 

Un detalle muy curioso, los arcos de metal no son fijos, sino que ante un pulso de presión se "montan" entre sí sus partes rediciendo el arco pero evitando que se deformen o se quiebren. Vimos algún ejemplo real y sinceramente la presión a la que tuvieron que ser sometidos tuvo que ser bestial pero cumpleron su misión.

2º La profundidad

No hay comparación posible, estos pozos de carbón llegan a profundidades que no habíamos visto nunca, se llega casi a 600 metros bajo en nivel de la boca del pozo y en un punto unos -800 desde la superficie encima de nuestras cabezas. Una barbaridad con todo lo que conlleva. Lo primero la temperatura, cada 100 metros hacia abajo la temperatura aumenta 3 grados así que a 600 bajo tierra hay 18 grados más que en superficie, casi nada. Sudas como un pollo sin hacer nada, así que trabajando estás como para llevar mascarilla anti silicosis. Y luego la presión de la mina, una cosa impactante que decían los mineros que nos acompañaron es que tú abres una galería o agujero y la mina tiende a cerrarlo, con lo que eso significa. Nada puede ser ancho salvo necesidad, las paredes colapsarían, por eso las chimeneas o las rampas de explotación son tan estrechas. Las galerías sí son mucho más anchas para que pasen las vagonetas o la maquinaría, de ahí que estén tan reforzadas con entibación de hierro.

Esquema de profundidad, Pozo Sotón

3º La ventilación

Por aquí no hay problema de concentración de gases o aire irrespirable, pero en las minas de carbón el catálogo de peligros gaseosos es largo y muy peligroso. De ahí los innumerables sensores, detectores, y demás instalados en toda la mina y monitorizados diariamente. Se ven bastantes galerías cerradas con hormigón y espuma de poliuretano, con pequeños grifos insertados y carteles de advertencia explícitos. son zonas ya explotadas y sin ventilación artificial.

Ventilación artificial sí, enormes tubos de aire comprimido y un sistema de puertas inyecta aire a presión desde la superficie hasta la última planta y renueva todo el aire de la mina. Funciona a la perfección, nunca tienes sensación de sofoco o similar, además baja la temperatura ambiente. El chorro de aire, el tiro en algunas galerías, es a veces intenso y se nota claramente.

Antiguos avisos mineros, Pozo Sotón, Asturias

En la octava planta recorres una zona de galería donde te van explicando diferentes trabajos realizados por los mineros y temas de comunicación con el exterior...todo enormemente interesante pero que ya te da idea de que el trabajo de minero no es que sea duro, es lo siguiente. Sueldo base de unos mil euros que en el caso del picador exige un mínimo de avance de un metro en la capa de carbón, el exceso por arriba , a destajo. Más sacas, más cobras. Eso ahora, eh, no en el siglo XIX. Y no solo picar carbón, lo más duro creo yo es que hay que picar ese metro en una chimenea de 1x1 de ancho, a 30 o más metros sobre la galería y encima tienes que subir el material y entibar tú para dejarlo preparado para el siguiente turno. Trepar por la chimenea sin más ya tiene su aquel, y hacerlo con un tronco de no menos de 20 cm de diámetro y más de un metro de largo, eso ya es lo que no está escrito. No me extraña que cada viaje a por otro leño te hiciera acordarte de toda su parentela. Y luego vimos cosas peores, pero a su debido tiempo.

La chimenea de La Jota

Imaginad una galería minera y al pie de uno de los laterales, a ras de suelo, una abertura rectangular , de no más de un metro de ancho y algo menos de alto, que se abre aparentemente hacia el abismo. Es la chimenea de La Jota. Conecta las plantas octava y novena a través de la capara de carbón, es decir, se construyó desde la novena a la octava explotando una capa de carbón. Entibada con madera y tablas es ahora un vía de comunicación entre plantas y sirve perfectamente para explicar cómo se extraía carbón por ese método.

Castillete y reter, Pozo Sotón, Asturias

Asomarte y ver maderos cruzados por doquier acojona un poco pero se pasa bastante fácilmente. Como decían los guías, siempre tres puntos de apoyo, los dos brazos primero por debajo de la cabeza y luego una pierna. Es más fácil de lo que parece y yo al menos sunca tuve sensación de peligro. Es bastante larga así que con calma. De la tensión al día siguiente agujetas aseguradas, y al ir siempre agachado la necesidad de cierta agilidad. Pero una pasada. Te sientas en uno de los travesaños, con el carbón arriba y abajo ( o derecha e izquierda , ya no sabes muy bien dónde está cada cosa) y parece que estás en otro mundo.

El que no se atreva puede bajar en la jaula a la novena pero no chulo es pasar la Jota. En los vídeos de los enlaces del inicio de la entrada se ve bien cómo es este descenso. Animaros.

La novena planta

Bueno, pues estamos en la novena. Aquí veremos mucha maquinaria, nos explican la ventilación de la mina, el tema eléctrico, algunas actividades y probaremos el oficio de barrenador. No os aficionéis a él, la descripción ya asusta por no decir otra cosa. En definitiva es quien abre las galerías en la roca encajante para ir en busca de las capas de carbón. Son galerías de unos 5 metros de ancho y tres de alto, a groso modo. Un buen túnel. Imaginad la pared final de la galería, una pared de roca en bruto, donde hay que seguir avanzando. Imaginad que el suelo al pie de la pared no está limpio sino ocupado por unas 40 toneladas de rocas consecuencia de la voladura tras el fin del día anterior. Lo que tiene que hacer el equipo de barrenadores es entibar la galería hasta la pared, retirar las rocas del suelo y hacer 40 o 50 agujeros de 1.2 metros de profundidad en la roca para meter las cargas. Todo en un turno.

Santa Bárbara, patrona de los mineros, Pozo Sotón, Asturias

Cada parte del arco de metal del entibado de la galería pesa 93 kilos, hay que traerlo hasta la pared (al hombro), subirlo usando el montón de escombro, montarlo como un mecano, poner malla, madera... a mí me parece imposible. 

Los escombros también es un curro de narices, y luego perforar la roca....un ruido ensordecedor ( de hecho acabas sordo casi seguro), un polvo que es garantía de silicosis a largo plazo., y un martillo perforador que lo enchufas y vibras tanto que como tengas un diente suelto no cuentes con él. Exagerado. El trabajo más duro de toda la mina nos dijeron.

El plano inclinado

Tras un trago de agua fresca y unos frutos secos cortesía de Hunosa, toca pasar de la novena a la décima. No por una chimenea como la Jota pero tampoco por la jaula, sino bajando por el plano inclinado. Planos mejor dicho, tres tramos de escalones cada vez más inclinados, haciendo honor a su nombre. Hay cuerdas de apoyo en cada lateral así que poco a poco y para bajo. Aquí las rodillas tienen que currar lo suyo porque son tramos largos y escalones altos.

La planta décima.

Llegamos al punto más profundo porque la subdécima (no sé por qué no la llamaron la undécima) está inundada. Aquí más explicaciones, una enorme rozadora de carbón y viaje en tren minero hasta la rampa de explotación de carbón. Nada de tren chu-chú, el transporte original por las galerías.

Vagoneta, Pozo Sotón, Asturias

Llegamos a la última parada de la visita, tocar picar carbón. Otro baño de realidad, el carbón no está en una pared de la galería Ya hemos dicho que atraviesan la roca, sino que en un punto de la décima hay una chimenea inclinada que ataca una capa de carbón. Extrajeron material de ahí hasta que se paró la mina y para entonces desde la galería hasta el final de la chimenea habían avanzado sus buenos 30 o 40 metros, así que de nuevo a reptar entre maderos hasta llegar al frente de carbón. Martillo neumático, esta vez muy manejable, y a por el carbón. Se saca bien pero hace una polvareda seria que te deja negro, como no podía ser menos. El último que entra ya ni te cuento. Con un trozo de carbón en el bolsillo, o los que entren, sales y todos al tren. Viaje largo hasta la zona de la jaula en la décima y a la superficie.

Carbón obtenido en la planta décima, Pozo Sotón , Asturias

Se deja el equipo en la lampistería, cambio de ropa, ducha y fin de la visita. Ya nunca verás un pozo minero con los mismos ojos, os lo aseguro. Visita el Pozo Sotón, vivirás una experiencia inolvidable, nosotros al menos nunca la olvidaremos.